martes, 6 de mayo de 2014

A VECES SOLO DESEO, NO DESEAR.


Melosa y morena
de boca lacerante
y labios.. que labios!!

Me goza, gozosa
con pausas eternas
sus manos me hieren
buscando en mi olvido
regresan con fresas
y nata de violetas
a caballo en mi espalda.

Se aleja, acercándose.
Se acerca, dejándome.
Me mira invisible
al olor de su vientre
que revienta y nace
para que yo muera
un instante
y me regrese, alejándome.

No más que un recuerdo
que brota en mi mano
amante dichosa
de brotes urbanos
de flores que explotan
en fluidos cautivos,
escasos, secantes,
furtivos, picantes.

Entorna los ojos
si suena el piano
que arrojo al espacio
de abruptos sonidos
sin orden de ritmos
sin armonías que enojen.
Y debajo de su piel
sus ojos se mueven veloces
como si soñara
con unicornios seniles
de tristes cuernos
que sollozan bajo una luna
impasible.

No le gusta el tiempo.
Lo huye.
Lo maldice.
Lo engulle.
Lo vomita.
Baila tango sobre las escamas
de las nubes
que reconozco con forma de dragón.

Me sabe vacío de opiniones
y hastiado de las de otros.
Y se ríe de mi mundo
borracha de agua turbia
y con las medias rotas
donde aun huele mi saliva.

Su boca en mi oído
murmulla finales
diferentes de nuestra historia,

A veces solo deseo... no desear.